viernes, 8 de junio de 2018

Impresiones en AZUL


Hace un tiempo atrás le di vuelta a la idea de realizar reseñas  con poca explicación de reglas y más concentrado en las sensaciones, reseñas más críticas como las que se hacen a las películas, sin destripar la trama, pero si dar una impresión general de que te encontraras, lo hice con el 7 wonders duel y luego nunca más, pero con el juego que nos toca hoy creo que retomare esta costumbre ya que es bien conocido por lo cual sería redundante explicar la mecánica y al ser tan abstracto es mejor verse un video que enchufarse unas reglas en un blog.


AZUL
Michael Kiesling
2 – 4 jugadores
20 – 30 mns

“En una visita al palacio de la Alhambra en el sur de España el rey Manuel I de Portugal quedo hipnotizado por bla bla bla bla bla” el juego es un abstracto de toda la vida, precioso como él solo, pero abstracto sin tema, en Azul lo que los jugadores deberán hacer es tratar de llenar una cuadricula de 5x5 de losetas de baquelitas de varios colores, estas losetas de baquelita las obtendrán de un pool central donde deberán seleccionar cuidadosamente que grupo de losetas tomar para colocarlas a la izquierda de la cuadricula anteriormente mencionada y tras respetar una serie de reglas de colocación traspasar estas losetas a la cuadricula de 5x5 intentando que queden lo más juntas posibles y lo ideal formar líneas verticales de 5 de longitud con ellas o 5 de longitud horizontal con lo cual acabaría el juego, al final de este el que tiene más puntos gana la partida.


Imagen de la BGG,en vivo se aprecian mejor los componentes
Como se desprende del párrafo anterior la integración temática no es el punto más fuerte del juego, de hecho como todo abstracto resulta algo engorroso explicar su funcionamiento sin tenerlo delante y el cómo puntuar o más bien que deben hacer los jugadores para puntuar puede resultar poco claro para algunos en un comienzo, pero al mismo tiempo como todo abstracto se explica en 5 mns y apenas se juega la primera ronda los jugadores ya comprenden claramente de que va el juego, al menos entienden en que deben concentrarse para sacar adelante su partida, luego empiezan a ver para el lado y entienden que en este juego no solo deben concentrarse en tomar losetas que a ellos les interesen sino además tratar de no dejar que los demás jugadores tomen las que ellos necesitan, entienden que deben arrebatárselas para obligarlos a tomar losetas que no le son útiles con lo cual ganarían puntos negativos sus contrincantes.


La mecánica del juego recuerda claramente a la del Coloretto sin embargo en el juego de Michael Schacht una parte importante de la mecánica era conformar el conjunto de cartas que los jugadores luego elegirían, en AZUL los jugadores tienen poco control sobre como conformar estos grupos, simplemente los pueden ir desarmando a su medida para luego escoger de entre las sobras lo que les interese, pero el juego de Kiesling gana mucho más en como colocar estos grupos de losetas en un tablero, en Coloretto simplemente tomabas tus cartas y tratabas de gestionar el tener muchas cartas de pocos colores, en Azul debes tener de todo y saber cómo luego agruparlo para sacar muchos puntos, no te sirve poner muchas losetitas si no las agrupas, el saber cómo colocar tus losetas puede ser la diferencia entre en un turno sacar 5 puntos o 25 puntos o más.

Como la parte más interesante del juego está en la gestión de tu cuadricula la interacción entre jugadores no es su punto más fuerte, existe claramente y se agradece, pero no es determinante, no puedes dedicarte en la partida a ir por tus rivales ya que por la mecánica del juego arriesgaras a quedarte con losetas que no te interesan y no te sirven simplemente por querer perjudicar a los demás, la interacción DEBE estar en tu partida, pero no es el foco principal de una partida, en Coloretto se sentía mucho más la interacción ya que la parte más jugosa del juego era la conformación de grupos y ahí podías inferir directamente en lo que tu rival tomara, pero directísimamente, aquí tu rival casi siempre puede devolverte el golpe lo cual en todo casose agradece, el hecho que la interacción no sea tan relevante ayuda puede ser una pega para algunos, pero como todo juego con tablero personal  escala perfecto hasta 2 jugadores, de 2 a 4 es un gran juego, Coloretto a 2 no sirve.

Imagen de la BGG, tablero personal
Vivimos en una época en que todas las cosas o son lo mejor de la historia o lo peor de la historia, la película que se estrena esta semana o es la mejor de tu vida o no vale la pena verla, como que las personas sienten la necesidad de extremar sus sensaciones para que la experiencia cuente, no hay espacios para los términos medios, la peor critica que algo puede recibir es una crítica tibia, lo peor que se puede decir de algo es que es aceptable, el decir que no será la mejor película/libro/juego del año es un autopass inmediato “¿para qué voy a perder el tiempo en algo aceptable si tengo (supuestamente) muchos otr@s películas/libros/juegos que serán la experiencia definitiva de mi vida?” piensan erróneamente algunos, algunos muchos hoy en día, pero vengo aquí yo a defender las críticas “tibias” que a mí me gusta llamar critica moderada, poner la pelota en el suelo para analizar (aaaaah!!!! le doy color).

 Azul es un juego agradable, sencillo de explicar, visualmente atractivo, poco entreturno y duración ajustada para la profundidad que el juego ofrece, una excelente opción para jugar en la sobremesa con tu familia o para cerrar una sesión de juegos, jamás el plato principal, pero si un excelente entremés, el juego no tiene una profundidad estratégica que te lleve a estudiarlo durante meses, no será el favorito de los jugones más duros, pero tampoco pretende serlo, este juego debería ganar el SDJ si este premio sigue teniendo algún sentido.

 ¿Qué me parece el juego a mí? Me gusta bastante, soy un jugador que busca siempre que los juegos le presenten cierta dificultad, ciertas barreras que vencer, no me agradan esos juegos ultra amigables donde puedes hacer lo que quieras y nada te lo impida y que se terminan convirtiendo en una carrera de gestión (entiéndase Century, Quadropolis o similares), pero este Azul pasa justito la prueba (no por mucho tampoco), es muy amigable es cierto, pero te pone el puntito de oposición justo para que no siempre puedas hacer lo que quieras, la presión no es mucha, es cierto, casi mínima, pero está ahí, siempre en toda partida habrá un momento en que no podrás hacer lo que quieres y eso para mí salva el juego, esa enjundia, esa encrucijada me gusta y le da sabor al juego a mi parecer.

Versión de viaje del AZUL
No será el juegazo de la vida, ni el juegazo del año, pero no importa, en serio, no todo debe ser un pelotazo, puede haber juegos como Azul que simplemente están bien, que son agradables de jugar y te dan 20 minutitos muy divertidos, con sus piezas ricas al tacto, que son muy agradables de oír al chocar, un puzzle con varios caminos para entretenerte buscándolos (es muy táctico), donde puedes molestar a tu rival quitándole piezas, pero nunca a un nivel que se cabree contigo y al final te queda un tablero muy bonito como para tomar una foto, no sé ustedes, pero yo a un familiar con todo esto no le puedo pedir mucho mas ¿o es muy tonto lo que estoy diciendo?

Nota 7,5/10

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