martes, 10 de septiembre de 2019

Reseña: Le Havre



LE HAVRE
Uwe “El maestro” Rosenberg
1 – 5 jugadores (2 – 3 en la práctica)
2008


Tema: Le Havre es una comuna francesa que literalmente significa “El puerto”, nombre demasiado obvio para esta localidad ya que su zona portuaria es el principal atractivo y eje de su economía cosa que el juego trata de reflejar, barcos viniendo y saliendo con mercancías, mucha construcciones alrededor del puerto de distintos tipos de edificios que tratan de aprovechar el comercio de la zona… igual aunque es un tema bien pegado no se puede negar que podría ir del comercio en Roma y no pasaría nada tampoco.

Mecánica: En tu turno, luego de abastecer de recursos la oferta del mercado según corresponda, debes hacer 1 de 2 cosas: o tomar todos los recursos de un tipo disponibles en el área de mercado (todas las maderas  o todos los pescados o todos los hierros o… etc) o colocar tu único trabajador en un edificio y realizar la acción de este, elegancia, esa es la palabra chicos, elegancia, la complicación viene luego con las cartas y qué hacer con ellas, pero ese es otro tema.

Al final de cada ronda habrá una fase de alimentación (porque es un Rosenberg obvio) y en algunas rondas se habilitan nuevos edificios para el municipio, estos están habilitados para ser ocupados por todos los jugadores (o comprados), luego de esto, vuelta a empezar, después de X cantidad de rondas se cuentan los puntos, que es el dinero y el valor de los edificios y barcos, el que tiene más puntos gana la partida, los recursos que te sobren no sirven de nada, así que a optimizar se ha dicho.

Como punto sobresaliente en la mecánica podemos destacar el procesamiento de las mercancías que pasan de ser bienes básicos a procesados con ello podemos construir mejores edificios y venderlos por mas francos. Otro concepto interesante es el uso de un recurso como la energía, distintas acciones requieren energía que debe ser obtenida de algunos recursos que la entregan.

Inserto cartón pluma que ayuda en el setup
Opinión: Le Havre es un juego que no necesita presentación, es un clásico de los eurogames que tristemente yo no había probado aun, siendo fan absoluto de Uwe esto no podía continuar así, aproveche una buena oferta en Facebook donde vendían una copia que incluía un hermoso inserto de cartón pluma y puse remedio a esta deuda. Sabía que el juego me iba a gustar. Agrícola es mi top three personal de la vida y favorito de Uwe. Ya no sé si Agrícola es mi favorito de Uwe. No sabía qué me iba a gustar tanto.

Llevaba un largo tiempo, más largo de lo que debería jugando euros modernos con mucha sobre complicación y poca interacción, euros que tras resolver el puzzle perdían su gracia, euros bien hechos sin lugar a dudas, pero con muchos mini-juegos, muchos mini – objetivos que no eran de mi gusto, me sentía perdido, no me llenaban, principalmente porque sentía la expansión respirando en mi nuca,  cuando diseñas esos juegos es fácil enganchar a la gente con alguna mecánica, porque siempre habrá una que te llame la atención, pero es solo una mecánica, es más fácil que te termine cansando también, siempre veras que hay otras mecánicas que no te llenan tanto, en juegos como Le Havre es el todo o nada, o lo odias o lo amas, porque básicamente es una gran mecánica que abarca todo, si te enchancha la mecánica principal te puedes perder en este juego durante mucho tiempo.

¿Pero cómo es posible que un juego con casi nula interacción, un juego con poca presión me vuelva loco a mí? Agrícola es el arquetipo de juego euro que me chifla, objetivos claros, tensión en cada ronda, difícil de remontar, debes tener claro desde el minuto 1 tu estrategia, aunque la interacción es indirecta si sientes cada jugada del rival, porque perder una oportunidad en este juego duele mucho.

Así se ve la mesa durante la partida de un Le Havre
Le Havre es la antítesis del mismo diseñador, un colocación de trabajadores y gestión de recursos tal cual Agrícola, pero sin el castigo del juego de las hortalizas, acá tienes permitido equivocarte, puedes devolver los préstamos, cosa que no podías hacer con las cartas de mendicidad de Agrícola, acá puedes explorar diferentes tácticas cosa que no puedes hacer en Agrícola ya que el objetivo a cumplir siempre es el mismo, acá que un rival te quite un edificio o unos recursos no duele tanto, si, cambia tus planes en algunas ocasiones, pero siempre habrá algo interesante/entretenido que realizar, es un juego que se parece mucho a estos euros modernos que critique en un principio ¿entonces porque este me reventó la cabeza?

En Le Havre está la sensación bomba de tiempo, sabes desde el inicio que tienes determinadas rondas para desarrollar tu estrategia, sabes en cada ronda cuantos turnos tendrás para ir desarrollando esta estrategia sin descuidar el pagar los alimentos al final de la ronda, porque aunque puedas devolver los prestamos nunca es bueno llenarte de deuda, como la vida misma, no te sientes abrumado, pero tienes claro que no te puedes dejarte estar, es cierto que puedes hacer lo que quieras en el juego, pero al mismo tiempo siempre habrá momentos en que deberás dejar de hacer lo que quieras para hacer lo que debes para ganar.

¿Como no quererte Uwe?
La rejugabilidad es altísima,   muchas cartas especiales de las cuales solo veras algunas en cada partida, 8 distintos recursos que puedes mejorar para seguir estrategias con ellos y no siempre podrás comprar las mismas cartas todos los juegos, las variantes son tantas que puedes explorar distintas estrategias y distintas combinaciones de estas en cada partida… y  todo esto es algo loco, porque en manos de un diseñador menos talentoso esto podría sentirse muy azaroso, pero el juego no lo es para nada, solo en la disposición inicial hay azar que afecte a los jugadores, en el resto del juego el azar puede ser controlado y lo sientes así, depende de ti.

El juego tiene 2 versiones, larga y corta, debo recomendar jugar ambas, es cierto que la versión larga puede irse mucho de tiempo, sin embargo vale la pena jugarlo porque hay algunas estrategias que se desarrollan mejor en esta versión, a pesar de esto la corta también tiene su encanto, más directa y al hueso no pierde tiempo en que el jugador se haga de sus recursos iniciales y da un setup avanzado para el juego, con esto las partidas se acortan a la mitad del tiempo, haciéndola también es una gran alternativa si no quieres echarte toda la tarde en un solo juego.

Le Havre me ha sorprendido gratamente, ahora vengo a entender la devoción que le entregaban algunos y me sumo a ellas, es sin lugar a dudas uno de los puntos altos de la carrera de Uwe y un juego que ha encantado en casa a mí y a Sra Caro (aunque ella sigue prefiriendo Agrícola).

Nota: 9/10