miércoles, 11 de noviembre de 2020

Red Cathedra: De Rusia con rondel.

Hola a todos, después del capitulo piloto del podcast vuelvo con una entrada tradicional del blog, en un principio este iba a ser el primer episodio oficial del podcast, pero he preferido postergar esto para hablar con propiedad del Maracaibo y partir a lo grande el podcast, en esta entrada hablaremos de un juego de rabiosa actualidad que ha sido lanzado oficialmente y masivamente por DEVIR esta semana:

 

RED CATHEDRAL

Israel Cendrero y Sheila Santos

30 – 120 mns

2020

 

Mecánica: El objetivo de los jugadores es aportar lo máximo posible en la construcción de la catedral ya que la mayoría de los puntos de victoria se obtienen de esta forma, detalle interesante del diseño, hay puntos de reconocimiento y puntos de victoria, los de reconocimiento valen menos al principio del track de puntuación que los puntos de victoria. 

En su turno un jugador puede hacer una de tres cosas:

  1.  Reclamar una zona de catedral, que es asegurarse una carta para luego construirla, al hacer esto además se lleva una loseta de acción que puede colocar en su tablero personal tras pagar un costo por ello.
  2. Otra opción es mandar materiales a las cartas de catedral para avanzar en su construcción, aquí no se construyen las cartas de una tirada, sino que envías de máximo 3 materiales a la catedral, estos materiales los puedes enviar a la misma carta o distribuirlas, además hay una mecánica para adornar tu catedral y obtener PV directamente (no puntos de reconocimiento)
  3.  Por ultimo esta la acción más llamativa del juego que es usar el rondel de dados, es sencillo, hay 8 espacios en el tablero principal, cada espacio asociada a una acción, entonces tu tomas un dado y lo avanzas en el rondel tantos espacios como numero muestre la cara superior del dado, luego de ello ejecutas la acción tantas veces como dados haya en ese espacio (cada espacio tiene 3 casillas que es el máximo de dados que puede haber), luego de esto tienes opciones de 2 acciones adicionales una por carta asociada a la sección donde cae el dado y otra si tienes una loseta de acción en tu tablero personal asociado a ese dado.

La partida termina cuando un jugador construya su sexta carta de catedral, se juega una ultima ronda, se cuentan las mayorías en las torres de catedral otorgando puntos según numero de cartas en cada torre y si están adornadas, el que tenga más puntos después de esto gana la partida.

 

Componentes: Sin lugar lo mejor del juego, lejos y una lección de como editar un juego por parte de DEVIR, la caja es super compacta tanto así que las cosas quedan justitas dentro de ella, dejare fotos de la caja al final de esta sección con ello. 

En cuanto a la calidad de los componentes del juego también son sobresalientes sobre todo considerando el precio de este, trae cartas, tablero central, tablero personal, recursos de madera, gemas de plástico, monedas de cartón, dados, no le falta nada y todo con una calidad mas que aceptable, los recursos son de estos con forma de madera o ladrillo por ejemplo lo cual a muchos les gusta, quizás el único aspecto de menor calidad son las cartas que son algo delgadas, pero tampoco son malas, para nada. 

El arte grafico a mi me ha enamorado, me encanta la portada a pesar que muchos la han criticado, no tengo idea porque, me encantan los dibujos del mismo estilo en el tablero central y cartas, todo, todo, absolutamente todo en la edición de este juego me ha enamorado… lo cual duele más.

 



Opinion: Aaaaay Red cathedral!!! Tanto que me gusta tenerte entre mis manos y contemplarte, que ganas tenia que me gustaras y en parte lo has hecho, pero tras un par de partidas no creo que vuelva a sostenerte, una verdadera tragedia de novela rusa.

Comienzo a detallar, para sintetizar mis sentimientos con este juego, es evidente para mí que los diseñadores hallaron un mecanismo atractivo y novedoso en el rondel de dados y construyeron un juego alrededor de él, el rondel es muy entretenido en efecto, pero el juego que esta alrededor es algo soso y dirigido. 

El rondel propone el desafío de tratar de conseguir lo que deseas, pero no poder hacerlo siempre, al mismo tiempo se debe jugar con aprovechar las opciones que te propone la configuración actual del rondel y postergar tus planes un turno, programar a turnos vista el rondel es difícil ya que luego de cada uso debes lanzar los dados y esto cambia la configuración, no me molesta para nada eso, de hecho es bastante bueno porque permite que el juego tenga variedad durante la partida. 

Pero luego me falta mas juego, las cartas de bonificación que están en el tablero central y que puedes ocupar luego de ocupar un dado son simplemente una ayuda, no son lo suficientemente poderosas como para trazar una estrategia cada juego con respecto a ellas, no logran llevarte a  pensar “esta partida me dedicare a sacar el máximo de madera porque lo puedo cambiar por muchos puntos de reconocimiento”, no, el foco principal sigue siendo la catedral, lo cual temáticamente tiene sentido, pero deja algo sosa la influencia de las cartas en la partida, pasemos a la construcción de la catedral, aquí también me falta variedad, las cartas entregan casi la misma cantidad de puntos de reconocimiento y monedas según su tipo (base, ventanas y techo) y no hay mayor atractivo en pelearse por una u otra, o trazar estrategias para ir por un tipo de cartas o por una torre particularmente, todo es muy similar.

Una idea muy buena es que se puntúen las torres por mayoría, ya que en teoría eso hará que los jugadores se peleen por las mayorías en las torres, generando interacción en euro de peso medio liviano, sin embargo en partidas a 2 jugadores hay cuatro torres lo cual hace que no sea necesario pelear por mayorías, en partidas a 3 jugadores hay 5 torres entonces solo se pelea por una, en partida a 4 jugadores hay 6 torres y allí esta idea de las mayorías debería tener mayor fuerza (no he jugado a 4 para comprobarlo). 

Siento que con un par de arreglos podría haber pasado de buen juego a juegazo, eso me da pena, sin embargo, que no se pase por alto que acabo de decir que es un buen juego, pasare a explicar a continuación sus puntos fuertes 

El ritmo de juego, aquí se sigue la premisa Stegmaier de turnos atómicos, en cada turno tienes pocas opciones y a excepción de ciertos momentos en que el rondel este peludo la mayoría del tiempo es terminar tu acción y que te vuelva a tocar, esto permite que estés todo el rato dentro de la partida y ayuda a que escale bien, ya que el entre turno es inexistente. 

Otro aspecto positivo es la duración de las partidas, en mi caso nunca se han ido sobre los 45 minutos, esto considero es el tiempo ideal para la profundidad del juego, más tiempo y competiría con opciones mejores, pero dentro de esos 45 minutos con el despliegue tan compacto y rápido que posee es una opción ideal para jugar en un bar o restaurant por ejemplo.

La puesta en mesa invita a jugar, ver esos dados en los tableros y la catedral construyéndose, es de esos juegos que los componentes ayudan a mejorar la experiencia.

Dicho todo esto creo que se ira de mi ludoteca, es el típico titulo que si alguien lo propone no me negaría a una partida porque se disfruta, pero que no será un juego que yo proponga sacar a mesa porque no me mata, hay muchos otro juegos qué pensaría en sacar antes que este, en resumen un juego entretenido, pero que se queda algo corto tras algunas partidas.

Nota 7/10

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